Crónicas de la excursión de Darwin a Sierra de la Ventana (inédito)
Te presentamos la auténtica historia de Darwin en nuestras sierras, donde nos narra su excursión en... Leer más →
Sierras de la Ventana | Termas de Carhué | Monte Hermoso | Cnel. Suárez | Cnel. Príngles | Dorrego | Pigué.
Otro de los innumerables saltos de agua en las quebradas de las Sierras de la Ventana, en este caso sobre las nacientes del arroyo Ventana.
Ubicada en una de las quebradas linderas al Abra de la Ventana. Puede observarse a simple vista desde la ruta.
Hallado en septiembre de 1981, es el primer cementerio de las Termas de Carhué. Allí yacen oficiales, suboficiales y soldados de la comandancia de la región Sur, que dirigió el entonces General Levalle, con uniformes, botas y armamentos, según el estudio realizado por profesionales de Antropología, Arqueología e Historia Argentina de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la ciudad de La Plata. En su lugar se creó la «Plaza del Soldado Desconocido» según Ordenanza Nº 36 de 1984 y fue declarado Sitio Histórico Provincial por la Dirección de Museos, Monumentos y Sitios Históricos perteneciente a la Subsecretaría de Cultura de la Provincia de Buenos Aires.
Villa Lago Epecuén solo aquellos que lo conocieron saben de que les hablo, por eso intentare con este blog ser lo mas claro para quien no lo vivió lo viva y sepa lo que fue y quien si lo vivió lo recuerde, yo en mi caso no pude disfrutarlo tanto como otros que conocieron todo de esta Villa Turística Única en su tipo, no solo por sus aguas sino por la «mística» que encerraban sus calles y sus habitantes. La perdida de Epecuén por capricho del clima, por Obras no realizadas y/o por impericia o manos sucias de Gobernantes sin escrúpulos sepultaron los sueños de una comunidad en pleno crecimiento, solo aquellos que lo conocieron pueden calcular lo que seria hoy Epecuén si no se hubiese inundado, por lo que tenia en aquella época, que en ningún otro lugar del país existía , con el empuje de su gente y por la calidad de sus aguas, estaríamos hablando de la zona termal mas importante del país.Yo nacido en una familia de clase media y de trabajo solo conocí una pequeña parte de su historia, solo 8 años, los últimos, pero me quedo grabado cada uno de los lugares que frecuente, entre ellos… su jardín de infantes y escuela 17(no me olvido de donde teníamos el «Hoyito» para jugar a la bolita y como no… me abre peleado con alguien en el patio, hace poco estuve allí… me quedaría sentado todo un día entero en ese lugar.Recuerdos del club gauchos de Epecuen (El de Gorrita Blanca soy yo), sus carnavales en los cuales supe disfrazarme y he corrido a alguna chica con aquel viejo Bombero Loco o un tarro de espuma. Conocí el camping «La Angelita» los pasillos del Complejo Hidro termal o Las Termas, ya que en el invierno mi papa supo pintar sus paredes preparándose para la próxima temporada (es mas solía andar en bicicleta en ellos) Recuerdo el BimBamBum en ocasión que se presento Roberto Galán con su Show «Si lo Sabe Cante», obviamente el complejo de piletas, donde jugué en la de los niños y en la grande solo acompañado por mi papa. Conocí el Hotel Monte Real donde mi mama trabajo muchos años, en la calle frente a este hotel es donde se solía montar el escenario para realizar grandes fiestas, supe hacer de mozo en el restaurante de mi Abuela Ester Freites «Rancho Doña Emilia», el Bowling de Merino y ni hablar las caminatas cazando palomas que en aquellos años Todo chico hacia, pero con amigos solíamos entrar en la ya abandonada Fabrica de sulfato o en la sala de maquinas de las termas. También es imposible no haber conocido el castillo creo que fue el monumento por excelencia de Epecuén. Y la iglesia donde tome mis primeras clases de catecismo. Para aquellos que no saben lo que es que se le inunde su pueblo… pero no como en otros lados que… regresas a los 2 o 3 días sino le hablo de perder todo, de trabajar durante años y de un día para el otro no tienes nada.Pierdes tus bienes y tener que vivir de prestado, hacinados en escuelas, esperando por un plato de comida en un comedor comunitario, es cierto muchos cobraron indemnizaciones, mi familia no, tuvimos que barajar i dar de nuevo… y acá estamos. Perder sus amigos, en mi caso para un niño de 8 años… tengo amigos que los recuerdo por fotos, ya que desde aquella mañana nunca mas supe de ellos y de muchos he perdido hasta sus nombre, porque en la desesperación de ver tu pueblo con 2, 3 y hasta 4 metros de agua, la gente huía a casa de familiares de otras ciudades y muchos no regresaron nunca mas.Perder la vida… nadie murió en la inundación, pero claro quien puede decirnos o asegurarnos que nadie se entrego a los brazos de la resignación y la tristeza y hasta allí esperar su final, o los que siguen entre nosotros cargando una mochila de recuerdos agridulces que pesa e incomoda.Por todos ellos es que hace 2 años que comencé a recolectar este material por la memoria de los que poco o mucho disfrutamos de EPECUEN. Hoy se esta trabajando para que el turismo regrese al Lago Epecuen, pero en las Termas de Carhué.Ariel Sewald – Ex Habitante. Su Blog: http://villalagoepecuen.blogspot.com.ar/
La obra de típico estilo ingles, que diera origen a gran parte de la historia de la región es hoy en día un museo implícito a la vista del visitante. Resguarda en su interior, parte de lo que originariamente se le había asignado. Entre tantas cosas de gran valor histórico podemos mencionar la farolería, los aparatos staff, el telégrafo, la campana original, el reloj, la caja fuerte, el botiquín de primeros auxilios, la balanza para 1000 kilos, etc. En cuanto a su decorado, sobresale la utilización de pinotea en techos, pisos, muebles y aberturas. Las cenefas brindan un toque del típico estilo, sobre la plataforma. Para los sedientos de la época, aun esta en su lugar el bebedero público. Con respecto al piso que y habíamos mencionado anteriormente, es importante destacar la existencia, debajo de él, de un sótano de aproximadamente un metro de alto, con el fin de brindar respiración a la madera, a través de salidas con espirales externos de hierro hacia la plataforma. En uno de los ambientes, asignado como Sala de Señoras, es posible encontrarnos con toda una pequeña muestra de fotos de la época. Entre ellas se destacan fotos del Ex Club Hotel de la Ventana, del Castillo Tornquist, el casco de las Vertientes, la Piedra Movediza y lugares de Mar del Plata, Necochea y la Plata. Exteriormente se hallan otro cuerpo de baños de caballeros, el tanque de agua de 43000 litros, una farolería junto al baño y el pluviómetro. Además, se suman a la obra, dos casas de material y dos casillas para el personal de aquella data, frente al anden de parada. También, como parte de los ambientes que integran la estación, se encuentran los asignados (cinco ambientes) a la familia del Jefe de Estación. Otros ambientes son la oficina del jefe, la Sala de Caballeros, la Sala de Damas, la Sala de Encomiendas y dos Baños. En lo referente al ramal, podremos distinguir dos desvíos hacia la playa de estación, en la cual encontraremos dos vagones altamente deteriorados y dos galpones concecionados a privados para otros fines. Resulta doloroso la ausencia de otras cosas que formaron parte de ella, así por ejemplo, una placa colocada en el exterior sobre la plataforma, donde hallábamos en ella, la altura sobre el nivel del mar en que se encuentra ubicada esta estación. Origen Histórico La extensa región serrana conocida genéricamente con el nombre de Sierra de la Ventana, junto a la estación Ferroviaria homónima, están ligadas en forma decisiva al proceso histórico de nuestra zona. La fertilización de sus valles, la completa red de arroyos que bajan de las altas cumbres y el natural abrigo de las sierras determinaron la preferencia de los indios pampas para establecerse aquí y proyectar sus malones desde este refugio tan extraordinario. A su vez, la imponencia de sus altos cerros, destacando el perfil sobre la gran llanura pampeana, despertó la curiosidad de los primeros viajeros que exploraron la región y publicaron las primeras descripciones de esta zona. Hacia 1748, el insigne misionero J. Gabriel escribió sobre esta zona y en 1770 lo hizo el Capitán José Antonio Hernández, con motivo de una expedición científica de esta zona. A ellos se le sucedieron celebres figuras de la historia nacional e internacional, que antecedieron las expediciones militares y las batallas que se libraron en contra de los indios, por el dominio y la colonización del sur. Es así que, en el año 1833 se funda sobre las márgenes del Río Sauce Grande, una posta de vigilancia para una guarnición de 100 hombres con el fin de asegurar la defensa y comunicación con la vecina localidad de Bahía Blanca. Esta posta, ubicada por Juan Manuel de Rosas durante su campaña del desierto, se convierte, por su ubicación y condiciones, en un fortín de avanzada, que toma en el año 1863 el nombre de Fortín Pavón. Emancipada la región, el asentamiento de hacendados en el área próxima del Fortín Pavón no se hizo esperar, lo que desemboco, años mas tarde, en el desplazamiento definitivo de toda una cultura arraigada a su tierra y la colonización definitiva del lugar. Este hecho dio lugar a la necesidad de contar con vías de comunicación rápida a la distante región sur patagónica, necesidad que rápidamente fue evacuada con la instalación de ramales ferroviarios y el establecimiento de paradas y estaciones a lo largo de las mismas. El Ferrocarril En 1889 es acordada la concesión para la continuación de la línea al Neuquén. Disputas mediante por el paso del ramal, entre los vecinos de Azul y Olavarría, se demora la iniciación de la obra que ya revestía un carácter de premiosa urgencia. Los Vecinos de Azul solicitan que el ramal a Bahía Blanca arranque de aquella ciudad, pero un informe del Departamento de Ingenieros, que consideraba la región de mayor importancia comercial e industrial, resulto no favorable a dicha solicitud, por lo cual es aprobada la línea Olavarría – Pringles – Bahía Blanca. En 1899 fueron iniciados los trabajos en el terreno, para fijar la traza definitiva de la línea de Olavarría a Bahía Blanca, pasando por Príngles y Laprida. La concesión de esta línea fue acordada por Ley sancionada con fecha 5 de julio de 1899, aprobando <ad referéndum> celebrado entre el Poder Ejecutivo y los Señores Domingo Dávila y Cía. y transferida posteriormente a la Empresa del Ferrocarril del Sud. Dos años y medio duró la construcción de la línea que atraviesa las sierras de la Ventana, necesitando terraplenes altísimos, desmontes considerables y en su mayor parte en roca y un sinnúmero de puentes y alcantarillas. En 1903 se termina la construcción y por decreto del Poder Ejecutivo se libra la línea el día 15 de Julio al servicio público. En ese entonces, solo existía en la zona, la Estación de “ Sierra de la Ventana ” (actualmente Est. Saldungaray), hasta el año siguiente en que es establecida una parada, luego del cruce del Río Sauce Grande. La Parada Sauce Grande Llegado el año 1904, un afamado médico especialista de la época en enfermedades respiratorias, que ya entonces había visitado este lugar, expuso la importancia de instalar un Centro Asistencial para el tratamiento de la mencionada afección. Haciéndose eco de la propuesta, la compañía Ferrocarril del Sud, que hasta ese momento había obtenido importantes ganancias de la zona, decide iniciar (en vez de) la construcción de un colosal Hotel al pie de las Sierras. Para ello, el 6 de agosto de 1908, se firma la escritura de venta a favor del Ferrocarril del Sud, realizada por don Diedrich Daniel Meyer, ante el escribano Cayetano Ugarteche. Pero es el año 1904 que se inicia la obra y se toma como fecha fundacional de la misma, el día 22 de abril de 1908. La Fracción compuesta por setenta y dos mil cincuenta y seis metros cuadrados, lindera a la zona de la vía del mismo ferrocarril y del Río Sauce Grande, es abonada al contado al precio de cuarenta y dos pesos con seis centavos nacionales. En esta superficie, se establece posterior al cruce del Río Sauce Grande, en el km 73,553, la parada homónima, a fin de despachar desde ese punto el material y personal para tal emprendimiento. Este hecho genera la necesidad de construir un hotel cercano a la parada, para alojar al personal especializado y constructores. Es así que, en ese año, el Señor Meyer inicia la construcción del mismo, frente a la parada, sobre tierras que eran de su propiedad. Es esta misma figura quien, pocos años mas tarde, decide dividir una pequeña fracción de su propiedad, en 26 lotes de distintas dimensiones, inscribiéndolos con el nombre de “Villa Tívoli Argentino”. Cambio de Nombres Fundada la Localidad de Villa Tívoli Argentino y en apogeo pleno el Club Hotel del Golf, se presenta un importante caudal turístico con destino a estos dos puntos y con ello el incremento de la correspondencia que, para alcanzar su destino final, debía ser trasladada a 27 kms. donde se encontraba situado el Coloso. Teniendo en cuenta que, la Estación Sierra de la Ventana estaba situada a 9 kms. de la parada Sauce Grande y que la correspondencia estaba destinada al Hotel de la Ventana, el error en el punto de descarga de la correspondencia se hizo presente con marcada frecuencia. Por ello es que, a solicitud de la Dirección General de Correos Y Telégrafos y por Resolución del Ministerio de Obras Públicas, el 16 de diciembre de 1912, la estación Sauce Grande pasa a denominarse Sierra de la Ventana y se le da el nombre de Saldungaray a la que hasta el momento era Sierra de la Ventana. A partir de entonces, queda establecido el actual nombre de esta estación e inspira a sus habitantes a establecerle a su localidad el nombre con que se conoce. Como hemos visto por todo lo anteriormente expuesto, este pueblo se formó en 1908 a consecuencia del trazado de la Villa Tívoli Argentino, realizado por el Señor Meyer en tierras de su propiedad. Hotel para alojar al cuerpo de Ingenieros que trabajarían en la Construcción del Club Hotel de la Ventana Como no existe documentación referente a su acto de fundación, se establece como fecha significativa de inicio de este centro de población, la de 17 de enero de 1908, fecha en que se extendieron las tres primeras escrituras de las tierras. La Trochita Un nuevo emprendimiento de singulares características e importante construcción, partió desde la Estación de Sierra de la Ventana. El caudal turístico que arribaba a esta estación para luego dirigirse hasta el complejo hotelero, distante 19 kilómetros, requería de un medio cómodo de traslado. Es por ello que en el mes de setiembre de 1911 se aprueba el proyecto del Ministerio de Obras Públicas de la Provincia de Buenos Aires, para la construcción de un ferrocarril económico con una trocha de 0,75 centímetros «La Trochita de Sierra de la Ventana«, siendo la tracción a vapor. Donados los terrenos necesarios para la vía y la estación en el año 1912, es establecido el ramal e inaugurado el día 30 de noviembre del año 1914. El anden de salida desde la Estación Sauce Grande hacia los pies de las sierras se encontraba paralelo al ramal del tren con destino a Bahía Blanca, sobre un terraplén situado a la derecha de esta estación. En la actualidad La obra de típico estilo ingles, que diera origen a gran parte de la historia de la región es hoy en día un museo implícito a la vista del visitante. Resguarda en su interior, parte de lo que originariamente se le había asignado. Entre tantas cosas de gran valor histórico podemos mencionar la farolería, los aparatos staff, el telégrafo, la campana original, el reloj, la caja fuerte, el botiquín de primeros auxilios, la balanza para 1000 kilos, etc. En cuanto a su decorado, sobresale la utilización de pinotea en techos, pisos, muebles y aberturas. Las cenefas brindan un toque del típico estilo, sobre la plataforma. Para los sedientos de la época, aun esta en su lugar el bebedero público. Con respecto al piso que y habíamos mencionado anteriormente, es importante destacar la existencia, debajo de él, de un sótano de aproximadamente un metro de alto, con el fin de brindar respiración a la madera, a través de salidas con espirales externos de hierro hacia la plataforma. En uno de los ambientes, asignado como Sala de Señoras, es posible encontrarnos con toda una pequeña muestra de fotos de la época. Entre ellas se destacan fotos del Ex Club Hotel de la Ventana, del Castillo Tornquist, el casco de las Vertientes, la Piedra Movediza y lugares de Mar del Plata, Necochea y la Plata. Exteriormente se hallan otro cuerpo de baños de caballeros, el tanque de agua de 43000 litros, una farolería junto al baño y el pluviómetro. Además, se suman a la obra, dos casas de material y dos casillas para el personal de aquella data, frente al anden de parada. También, como parte de los ambientes que integran la estación, se encuentran los asignados (cinco ambientes) a la familia del Jefe de Estación. Otros ambientes son la oficina del jefe, la Sala de Caballeros, la Sala de Damas, la Sala de Encomiendas y dos Baños. En lo referente al ramal, podremos distinguir dos desvíos hacia la playa de estación, en la cual encontraremos dos vagones altamente deteriorados y dos galpones concecionados a privados para otros fines. Resulta doloroso la ausencia de otras cosas que formaron parte de ella, así por ejemplo, una placa colocada en el exterior sobre la plataforma, donde hallábamos en ella, la altura sobre el nivel del mar en que se encuentra ubicada esta estación. Tiempos de Abnegación Hoy en día, Ferrosud es la empresa propietaria de la estación de Sierra de la Ventana, a diferencia de la estación de Saldungaray, la cual se haya en manos de la provincia; y la empresa Onabe la encargada de la venta de los inmuebles de Ferrocarriles Argentinos. La asignación de recursos para su mantenimiento se ve reducido a lo necesario para los elementos de limpieza, siendo de esta manera, prácticamente imposible su apropiado mantenimiento. Sin embargo, es plausible el buen estado que demuestra al visitante que se acerca hasta ella, hecho que solo está dado gracias al trabajo abnegado del personal con que cuenta y el apoyo recibido de la Delegación Municipal. Desde el año 1978, como peón de la estación, hasta el año 1990 en que se convierte en Jefe de la misma, el Señor Rubén Darío García, a tenido la tarea y la responsabilidad de brindar un servicio digno de elogiar. Hoy e día, continua la tarea su hermano Marcelo Garcia. En las palabras del “Jefe” es manifiesto el deseo de seguir manteniendo y mejorando su condición, con el anhelo de preservar un pedazo importante de lo que fue, es y será, eje del desarrollo turístico de la región. Cercana a la Estación, ya se erige por iniciativa de vecinos, el Museo de la Trochita, para recuperar algún día su trazado y servicio. Trabajo Monográfico sobre la Estación de Sierra de la Ventana. Año 2002. Autor: Sergio Marto. Sierra de la Ventana
Un nuevo emprendimiento de singulares características e importante construcción, partió a principios del siglo pasado, desde la Estación de Sierra de la Ventana. El caudal turístico que arribaba a esta estación para luego dirigirse hasta el complejo hotelero (Club Hotel de la Ventana), distante 19 kilómetros, requería de un medio cómodo de traslado. Es por ello que en el mes de setiembre de 1911 se aprueba el proyecto del Ministerio de Obras Públicas de la Provincia de Buenos Aires, para la construcción de un ferrocarril económico con una trocha de 0,75 centímetros, siendo la tracción a vapor. Donados los terrenos necesarios para la vía y la estación en el año 1912, es establecido el ramal e inaugurado el día 30 de noviembre del año 1914. El andén de salida desde la Estación Sauce Grande (Sierra de la Ventana) hacia los pies de las sierras (Villa Ventana) se encontraba paralelo al ramal del tren con destino a Bahía Blanca, sobre un terraplén situado a la derecha de esta estación. Ya casi nada queda de aquella obra vial que transitará por entre las sierras, hasta el hotel que albergara el primer casino del país. Algunos puentes, terraplenes y abras dinamitadas para su paso (ver fotos), son los testimonios que se resisten al olvido, por donde nadie imaginaría hubiera transitado allí, la trochita de Sierra de la Ventana. En la actualidad, la Asociación Amigos de la Trochita está trabajando para recuperar la traza desde la estación ferroviaria hasta Villa Ventana, conseguir un inversor que construya un nuevo ramal y ponga nuevamente en funcionamiento el Tren de Trocha Angosta de las Sierras, y finalmente construir un “Museo de la Trochita” en el predio del Centro Cultural de Sierra de la Ventana.Sergio MartoDirector Sierrasdelaventana.com.arSierra de la Ventana – Agosto 2019.
Una de las cuevas que se encuentran en este sector de nuestras sierras, sobre el Abra del Hinojo. Tiene la particularidad de tener agua en su interior, y dos entradas frontales separas por un brazo de piedra. Este recorrido nos invita a disfrutarlo (recomendablemente en vehículo alto tipo 4×4), por caminos de tierra serranos de destacadas vistas paisajísticas, en los cuales se destacan la presencia de los cerros Chaco, Pan de Azúcar y Curamalal, además del cruce de varios arroyos que descienden de las sierras.
Fué, en realidad de los tantos chalets de veraneo que se levantaron entre el camino y el lago Epecuén, cuyo recorrido era de ocho kilómetros desde Carhué, ciudad cabecera del distrito. Esta construcción circular atraía poderosamente la atención a simple vista y, sobre él, se han tenido las variadas y fantásticas leyendas, pero siendo la verdad completamente distinta. Con respecto a su origen, podemos señalar que lo hizo construir la Señora Ernestina María Allaire, dama de origen francés que se casó en su patria con un noble polaco de apellido Mestchevsky, coronel de La Legión Extranjera en Francia, durante la primera guerra mundial. Este militar desapareció en la célebre batalla de Marne. Este episodio decidió a la viuda de Mestchevsky, a trasladarse a América. Primeramente se radicó en Paraguay, y luego, más tarde en nuestro país adquiriendo una estancia en la provincia de Córdoba, donde hizo levantar una casona al estilo de los castillos de Normanda. Enterada años más tarde la condesa de las bondades de las aguas del Lago Epecuén, resolvió trasladarse a Carhué, localidad en la cual adquirió una fracción de tierras, en la cual hizo levantar otro chalet que remedaba en su aspecto a los palacios fortificados de su suelo patrio, con la diferencia que este sería mucho más pequeño. Su construcción comenzó en 1924 finalizándose en 1925. Para citar un detalle, podemos mencionar que fue el Señor Carlos Bianconi, viejo artífice de las carpinterías de lujo de las grandes mansiones porteñas, el que instalo la carpintería en este castillo. CASTILLO CHICO Está construcción estaba dedicada al personal de servicio y constaba de dos habitaciones, cocina, baño lavadero y garaje, teniendo el estilo del grande.En el parque existía una reproducción de la gruta de Lourdes, construida en rocas de diferentes tamaños que servía de refugio a ocho personas, con fogón al centro y bancos confeccionados con las mismas piedras, que formaban las paredes y arcos. A la par de la gruta, formaron tres lagos de distintas profundidades, separados por dos puentes, uno angosto para el paso de hombres y otro ancho para carruajes, los espejos de agua estaban adornados por peces de varios colores, siendo su superficie aproximada 200 m2 alimentados en forma de manantial que se desprendía por sobre el techo de la gruta, en forma de cascada.El edificio estaba ubicado en un parque cuya forestación consistía en, eucaliptos, pinos, tujas, tamariscos, pita, yuca y plantas de flores de todo tipo y temporadas.Para completar, mencionamos que en el Castillo, las puertas eran de roble macizo, provistas de grandes cerrojos de seguridad, todo dentro del estilo que caracterizaba a los castillos de la baja Normanda.
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En los últimos años, Villa Ventana se ha convertido en un polo de atracción turística regional y... Leer más →