Ernesto Tornquist: Aniversario de un hombre extraordinario
Al cumplirse hoy 17 de junio, el 105 aniversario de su fallecimiento, y conociendo la... Leer más →
Transitando por los caminos de Coronel Suárez, distante 100 kms de Sierra de la Ventana, se divisa desde lejos una gran ‘mole’ que parece rozar el cielo. Se trata de la «Iglesia San José Obrero«.
La Colonia San José o Colonia 2 se ubica a 5 km. de la ciudad cabecera del Partido de Coronel Suárez en la Provincia de Buenos Aires. Fue fundada por 15 familias provenientes del Volga el 13 de abril de 1887.
El gran templo, puesto bajo el patrocinio de «San José Obrero«, diseñada por el P. Juan Beckert y construida bajo la dirección del P. Juan Shcarle en 1927, mide 53 m. de largo por 20m. de ancho.
Dos torres se yerguen atrevidas a una altura de 49 metros en cuya cúspide dos grandes cruces parecen acariciar el cielo. Al pie de una de ellas, la cifra «1927» marca el año y lugar donde fue colocada la piedra fundamental de este templo.
Transcurría el año 1888… La profunda fe religiosa de los pobladores reclamaba un lugar de acogida para rendir culto a su Creador.
La compañía «La Curamalán» había donado los terrenos en las colonias, destinados para la construcción de la iglesia. Fue por ello que, en aquel entonces, se realiza la construcción de la primera capilla en la Colonia 2 (Pueblo San José), completamente de madera, de 15 m. de largo por 6 m. de ancho.
La atención espiritual de la feligresía estaba a cargo del P. Luis Servet, quien viajaba asiduamente desde la Colonia Hinojo (Olavarría) hacia la Colonia 2 sin preocuparle la distancia, mal tiempo o los peligros que podían significarle estos largos y solitarios viajes.
Hacia 1895 / 1896 se hacen cargo de la Parroquia los sacerdotes de la Congregación del Verbo Divino (de origen alemán) en la persona del P. Conrado Eichleitner.
En 1895, alrededor de la primera capilla de madera se construye un segundo templo, derribándose en su interior a la primera habiéndose concluido éste.
Esta nueva iglesia fue edificada de material, con 38 m. de largo por 12 m. de ancho con 4 coloridos vitrales franceses en sus muros. La nueva iglesia albergaría, por aquel entonces, a un mayor número de feligreses que la anterior capilla de madera.
Detalle interesante de destacar, es el rostro de Jesús (entre otros) que se observa en una de sus columnas.