Hallazgo en paredes de antaño de Sierra de la Ventana
El día 13 de setiembre de 2006, en la demolición de la antigua casa de... Leer más →
Sierras de la Ventana | Termas de Carhué | Monte Hermoso | Cnel. Suárez | Cnel. Príngles | Dorrego | Pigué.
A 45 kms. se encuentra la Laguna Las encadenadas con el Club de Pesca Tornquist.
Posee una hermosa playa de suave declive. Esta habilitada para la práctica de esquí acuático, navegación a vela y pesca de pejerrey.
Es una excursión única por el particular paisaje creado merced a la inundación del casco urbano de la famosa Villa Epecuén en el año 1985. Sus ruinas se hallan en los bordes de la Laguna Epecuén a unos 7 km al norte de la ciudad de Carhué. La creación de la villa turística data de la década de 1920. Gran número de visitantes llegaban desde Buenos Aires a través de las líneas del ferrocarriles. El Ferrocarril Sarmiento servía la estación Villa Epecuén, mientras que el Ferrocarril Midland y el Ferrocarril del Sud llevaba pasajeros hasta la estación Carhué. Así se desarrolló el turismo en Epecuén, llegando a contar con 5.000 plazas declaradas y 2.000 sin declarar. Eran 280 establecimientos, entre hospedajes, pensiones, hoteles y comercios que llegaron a recibir en las décadas de 1950 a 1970 a 25.000 turistas de noviembre a marzo. La Villa llegó a poseer 1.500 habitantes estables. El 10 de noviembre de 1985 el enorme caudal de agua rompió el terraplén de piedra y tierra, e inundó gran parte de la localidad. La villa desapareció. Para 1986, el pueblo poseía 4 m de agua en sus calles, llegando en 1993 a más de 10 m. La posta fue tomada por la población de Carhué, a pesar de que al momento de perderse la Villa Epecuén no quedaban en Carhué hoteles ni lugares donde hospedarse. En 2001, Carhué encaró el proyecto Termas de Carhué, contando con más de 700 plazas, museos, turismo rural y de estancias, turismo ecológico e histórico.
Ubicada dentro del Sistema Ventania, a solo 90 kms de Villa Ventana, y rodeada de un amplio bosque en donde reina una paz profunda que nos invita a reflexionar, se encuentra la Ermita Nuestra Señora de Luján de la Sierra, un lugar de indescriptible belleza que solo aquellos más atrevidos o quizás más devotos se animan a visitar. Allá por el año 1935 surgió la idea de levantar un lugar de oración para fieles y peregrinos devotos de la Virgen de Luján que se encontraba muy lejos en la provincia de Buenos Aires para poderla ir a ver. Fue entonces cuando en un cerro donado por la familia Casella en la ciudad de Saavedra frente al Curamalal Grande, se preparó el terreno y se realizó una perforación de 28 metros de la que surgió agua cristalina, la cual iba a ser destinada a quienes visitaran la ermita y sus instalaciones. Por aquellos lados la sequía intensa e incesante era una gran amenaza para las cosechas, por eso en 1938 se organizó la Primera Peregrinación con el objeto de pedirle ayuda a la Virgen para que llueva y milagrosamente, ese mismo día, horas más tarde comenzó a llover. Acompañada de otras imágenes como la de su Santa Madre, es el lugar ideal para los retiros espirituales pero también para disfrutar de un día de picnic tranquilo en familia y conocer el Abra del Hinojo que nos deslumbra con su inmensidad, acompañándonos al costado del camino. RECUERDA! Puedes reservar tus cabañas en San Andrés de la Sierrade preferencia al mejor precio directo con los dueños (sin comisiones intermedias), desde nuestro sitio.
El Cristo del Lago en las Termas de Carhué, fue emplazado en 1937, durante la gestión del Comisionado Municipal Juan Marcalain. El costo fue donado por su esposa Sra. Argentina de la F. De Marcalain y obsequiado a la ciudad para ser emplazado en el camino a Epecuén y al viejo cementerio. Según el estudio de los arquitectos Alberto Bellucci y René Longoni la imagen del Cristo pertenece al hoy valorado Arq. Ing. Francisco Salamone. Salamone poseía una suerte de hobby que consistía en hacer unas “arquicaricaturas” de gente más o menos conocida, pero en forma facetada, tal cual la técnica que utilizó en algunas esculturas de Cristos y Ángeles. Por ello es que nuestro Monumento a Jesucristo es altamente probable que pertenezca a este arquitecto. Lamentablemente todo el archivo personal de sus obras fue arrojado la basura por su familia, quién lo vio estropearse durante décadas, quizá resignados de esperar la reivindicación que llegó 60 años más tarde. Se caracteriza por sus líneas rectas y, debido a la inundación, por carecer de manos. Es similar al Cristo de la Entrada al Cementerio de Laprida, al Cristo de la Entrada al Cementerio de Saldungaray, al Cristo del Oratorio del Cementerio de Azul y, especialmente, al Cristo de la entrada a la ciudad de Azul en la Ruta 3 (todas ellas, también, obras de Salamone). Declarado “Monumento Arquitectónico Municipal”.
Este es el Cerro Pan de Azúcar de 741 msnm, en el circuito al Abra del Hinojo. Este recorrido nos invita a disfrutarlo (recomendablemente en vehículo alto tipo 4×4), por caminos de tierra serranos de destacadas vistas paisajísticas, en los cuales se destacan la presencia de los cerros Chaco, Pan de Azúcar y Curamalal, además del cruce de varios arroyos que descienden de las sierras.
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